Piénsame, que te estoy pensando,
olvidemos los malditos por qués,
centrémonos en los cómo, los cuándo
y los dónde nos volvemos a ver.
Suéñame, que no te dejo de soñar,
dejémonos ya del “qué pasaría”
y premeditemos la hora y el lugar
para reencontrarnos con alevosía.
Todo se desmorona menos mis ganas
de amanecer contigo por la mañanas,
refugiado en tus brazos, mi trinchera.
Y sé que te sucede algo parecido,
el placer es mejor si es compartido
y también el amor, compañera.
Aitor Cuervo Taboada
Aitor, me ha gustado mucho el poema, pero ese "por qués" tendría que ir junto. Ya sabes: "porqués".
ResponderEliminarun abrazo camarada