
Esta boca no se calla.
Dos mil doce comienza con recorte
con dosis de miseria en avalanchas,
España de nuevo perdió el norte,
los Nacionales campando a sus anchas…
País imbécil que ni a ostias aprende,
masoquismo extremo tan puro y duro
que por plato de lentejas se vende
cavando en el pasado su futuro.
Como nunca dispuesta a dar batalla,
en dos mil doce esta boca no se calla
y para largo rato tendrá cuerda;
un dos mil doce a ras de soga floja
y más que nunca con la sangre roja
y con el corazón bien a la izquierda.
Aitor Cuervo Taboada, trincheras de Logroñingrado.
Fantástico poema sin duda alguna, pásate por mi blog de poesía y filosofía, http://www.heliosapentia.org
ResponderEliminar