Al igual que Gudrun Ensslin, Josefa Jiménez Zamora fue una
guerrillera.
Al igual que Gudrun Ensslin era joven, rebelde, bonita y
estaba llena de vida, al igual que Gudrun Ensslin era madre de un pequeño, al
igual que a Gudrun Ensslin le abatían
tantas y tantas injusticias en el mundo y las sufría como propias, al igual
que Gudrun Ensslin comprendió que la
lucha hasta sus más elevadas consecuencias era el único camino, al igual que Gudrun Ensslin se pasó a la clandestinidad y a
la resistencia, al igual que Gudrun
Ensslin fue asesinada por la máquina represiva del estado siendo tan joven… al
igual que Gudrun Ensslin nunca se
arrepintió de su lucha, ni en sus últimas bocanadas, al igual que Gudrun
Ensslin, Josefa Jiménez Zamora fue una guerrillera.
Hoy se cumplen 32 años de la muerte de la militante de
los GRAPO Josefa Jiménez Zamora, tenía sólo 27 añitos, dos meses antes, el 20
de Noviembre de 1979 había sido herida gravamente en Valencia en un enfrentamiento armado con la policía.
Trasladada a un hospital, fue torturada allí mismo, lo que agravó aún más sus
heridas. Los médicos no pudieron hacer nada por salvar su vida y el 14 de enero
de 1980 murió en el hospital.
Adjunto unos
párrafos referidos a Josefa extraídos de presos.org:
“Josefa destacó por su entrega y
honestidad, cumpliendo siempre aquello a lo que se comprometía, al tiempo que
mostraba una actitud firme en la defensa de los principios comunistas y en la
necesidad de la lucha armada. Era un apoyo para los camaradas jóvenes en los
momentos más duros. Su actitud comprensiva y firme consiguió en más de una
ocasión que el desánimo no influyera decisivamente en algunos combatientes.
Siempre defendió la participación de las
mujeres en el más alto grado de resistencia de los pueblos del Estado español
porque era, así mismo, una defensora ardiente de los derechos de la mujer; pero
lo era aún más de la incorporación activa de la mujer a la más alta expresión
de la lucha de la liberación de la mujer: la lucha armada contra el fascismo. En
este sentido, continuó la tradición heroica de muchas mujeres madrileñas que,
como ella, fueron asesinadas por el fascismo.
Participó en numerosas acciones armadas
y durante el periodo en el que combatió en los GRAPO, con su actividad y su
entusiasmo, contribuyó notablemente a levantar muy alto la bandera de la lucha
armada y a fortalecer la organización guerrillera.
Su muerte supuso una gran pérdida y un
duro golpe para el movimiento de resistencia organizado y para la guerrilla
popular. Pero el ejemplo de su lucha y entrega revolucionarias, el mismo
ejemplo de su muerte, aún estando herida y siendo torturada en el mismo
hospital por la policía, sirvió de acicate para muchos revolucionarios y
demócratas, para las mujeres conscientes de los pueblos de España.”
Nunca en el olvido.
Sois viento de libertad, guerrilleras.
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