Hace falta justicia, y también venganza.
Sois socios de la OTAN, organización terrorista por antonomasia con millones de muertos inocentes a sus espaldas.
Apoyáis de pleno y abastecéis de armas al terrorismo sionista en el vil genocidio que está cometiendo a ojos de todo el mundo contra el pueblo palestino.
También vendéis armas a otros países criminales como Colombia, armas con las que los paramilitares matan a campesinos, sindicalistas, trabajadores, manifestantes. 9 de cada 10 sindicalistas asesinados a escala mundial son a manos del gobierno colombiano, mientras, el estado les vende armas.
Nos metisteis en la invasión imperialista y el genocidio cometido contra el pueblo irakí con el falso pretexto de las armas masivas cuando lo único a lo que fuisteis fue a reventar todo un país para arrebatarle el petróleo. También nos hicisteis partícipes de la destrucción y el saqueo del soberano pueblo libio, conflictos que han costado cientos de miles de vidas, en su mayor parte inocentes. Los mismos perros, el mismo collar.
Practicáis el terrorismo de estado, dirigisteis a los GAL y otras actividades concebidas para asesinar a gente que dejaron decenas de muertos.
Practicáis el terrorismo de estado, decenas de hombres y mujeres mueren cada año retenidos bajo custodia policial. Luego los partes policiales hablan de inverosímiles accidentes acontecidos. Existe la tortura y la usáis, esto no es nuevo.
Practicáis el terrorismo de estado, ilegalizáis partidos, cerráis medios, criminalizáis a todo ápice de oposición a vuestro criminal régimen. Encerráis a luchadores y a luchadoras, cuyo único crimen fue luchar por la libertad, bajo cadenas perpetuas encubiertas. Tenéis a infinidad de presos y presas políticos en vuestras mazmorras en miserables condiciones. Humilláis, torturáis, de forma bárbara.
Practicáis el terrorismo de estado, lleváis a miles de personas a quitarse la vida cada año, que asfixiadas de tanta miseria ven en la muerte el camino más rápido y digno. Luego ocultáis estas muertes a la opinión de la plebe.
Practicáis el terrorismo de estado, recortáis en absolutamente todo menos en Iglesia y en gasto destinado a la represión, os acabáis de gastar un millón de euros en gases lacrimógenos que no dudáis en usar para repeler al pueblo que contra vosotros protesta. No dudáis en usar toda la fuerza bruta para reprimir al pueblo que alza la voz contra los derechos que a pasos agigantados le estáis arrebatando. Masacráis al pueblo, lo vimos en las pacíficas manifestaciones de los indignados y de los estudiantes de Valencia, luego en la Huelga General, donde os pasasteis con la represión, dejasteis cientos de heridos, muchos de ellos muy graves. Disparáis, detenéis, cargáis y aporreáis al pueblo con maldad, con saña, con vileza. Sacasteis hasta a la caballería para cargar contra los manifestantes…
Practicáis el terrorismo de estado, como comentaba se os fue la mano, en la huelga casi acabáis con la vida del compañero Xuban de un pelotazo a bocajarro, pero vuestra sed de represión es infinita y habéis matado al compañero Iñigo Cabacas, le pegasteis un tiro en la cabeza con una pelota de goma a menos de veinte metros de distancia, le destrozasteis el cerebro, tenía 28 añitos…
De todos estos puntos comentados nunca se hallará a ningún culpable, son actos gestados por el Estado y sus cómplices, hay muertos que no cuentan o que no interesan. Pero luego a los detenidos de Barcelona les aplicáis la ley antiterrorista por quemar un puto contenedor, esto solo se concibe en este mundo al revés en el que vivimos. Resulta hasta cómico. Ahora criminalizareis toda protesta hasta hacerla llegar al grado de terrorismo. Qué a la ligera y a vuestro modo usáis este concepto. Tenéis miedo, vuestro régimen se tambalea y tenéis que salvaguardarlo, pero derribaremos vuestro régimen, así que temblad.
Y acabo enciendo la mecha de unas palabras incendiarias y diciendo a los verdaderos terroristas y culpables de toda esta puta mierda que antes definía que ojalá sea pronto el día en que les veamos a ellos arder en vez de a contenedores, a ellos y a los suyos por el infinito e irrefutable daño que han provocado. Hace falta justicia, y también venganza. Ojalá llegue pronto el día en que el terror y el fuego se instauren en los hogares de los poderosos ante masas enaltecidas sedientas de justicia y cansadas de tantas atrocidades cometidas por los verdaderos terroristas contra el pueblo, ojalá llegue pronto, mientras tanto, temblad.
Aitor Cuervo
No hay comentarios:
Publicar un comentario