Radical y antisistema.

Últimamente escucho mucho eso de “antisistema” y “radical”, los “antisistemas” pa´ aquí, los “antisistemas” pa´ allá, los “antistemas” sois unos radicales, que “radicales” sois los “antisistema” y un largo ecétera.

Personalmente he de decir que estoy en contra del sistema, ergo soy “antisistema”, también “radical”, pues radical viene del griego y significa “de raíz”, en este caso entendemos “radical” como una posición que busca ir al fondo o raíz de las cosas, al meollo del asunto vaya, así que puede decirse que soy un orgulloso “antisistema radical”.

¿Y por qué? Porque está claro que el sistema que tenemos ha fracasado, creo que no es necesario explicar lo requete malo que es el capitalismo, como digo el sistema ha fracasado, está podrido, y no admite un rostro más humano ni más social. No se trata de poner pequeños parches a algo ya inservible, hay que remplazarlo, hay que acabar con el sistema actual hasta que no quede ni rastro de su existencia y sobre todo, hay que ajusticiar a los culpables de que este mundo sea un puto abismo de desigualdades.

Firmado, un antisistema, también radical.

La imagen es de una niña libia, bombardeada por ese sistema que algunos/as siquiera cuestionáis mientras se acampa a esperar a que pasa nada, y así vamos.

Aitor Cuervo Taboada