Quiero beber hasta perder el control
sabiendo que me llamará ordinario,
no hay tristezas sino poco alcohol
y vulgaridad tras del escenario.
Como Urquijo.
Pretendo que mis humildes sonetos
embelesen al nocturno y al canalla
banda sonora llena de secretos,
por coartada una copa y una raya.
sabiendo que me llamará ordinario,
no hay tristezas sino poco alcohol
y vulgaridad tras del escenario.
Como Urquijo.
Pretendo que mis humildes sonetos
embelesen al nocturno y al canalla
banda sonora llena de secretos,
por coartada una copa y una raya.
Esta es mi forma de vivir o malvivir
si a alguien no le gusta que me critique,
pero calumniarme antes de yo morir,
que en el bar del Infierno me espera Enrique.
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Quiero morir como murió Urquijo
que me encuentren tirado en Malasaña,
que en lugar de portar un crucifijo
Quiero morir como murió Urquijo
que me encuentren tirado en Malasaña,
que en lugar de portar un crucifijo
la muerte me atraviese su guadaña.
Y así hablen de mi como de aquel hijo
cuya turbia historia a su arte no empaña.
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Aitor Cuervo Taboada
Con todos mis respetos y con una profunda reverencia al lamentado Enrique Urquijo, fundador de “Los Secretos” y sin duda uno de los mejores músicos que este Estado ha tenido, aquel poeta maldito del pop, aquel cronista de la noche madrileña, aquel genio… Aváleme usted Enrique a las puertas del Infierno.
Me latió y me hizo recordar a Los Secretos. Un saludo desde la polvosa Tláhuac.
ResponderEliminarEnrique, estés donde estés no te olvidamos.
ResponderEliminarComo dice el poema, qué es genial por cierto, banda sonorá llena de Secretos, de Los Secretos...
Gracias por este homenaje y salud compañero.
el poema mola, pero no estoy muy deacuerdo con la movida, ya que fue un movimiento cultural hedonista, despreocupado, que en plena reconversión industrial y transición todavía animaba a no implicarse, y en cuya oposición surgió el llamado "rock radical vasco" que llamaba a la militancia y el activismo, lo siento pero no me deis a elegir entre Kortatu y Los Secretos
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