Maldita sea entre ambos la distancia,
los kilómetros que me separan de ti,
las noches que te tuve en abundancia
y las noches que ahora paso sin dormir.
Malditas entre ambos esas llamadas,
el tener que conformarme con oír tu voz,
veladas de Internet descafeinadas
por la fría pantalla del ordenador.
Maldito sea el maldito estar lejos,
el sacar días para estar contigo,
el no verte a la luz en los reflejos
de los amaneceres sin tu abrigo.
De todas formas solo nos alejan
Lugo, Burgos, Palencia y mi natal León,
y existen autobuses que me dejan
muy cerca de las puertas de tu corazón.
Bueno, supongo que muchos/as conoceréies esto y poco más que decir, maldita distancia.
Aitor Cuervo Taboada
La imagen es de un cuadro de la señorita Alejandra Raya Abad.
Cómo me identifico con estos versos!
ResponderEliminarDesde la melancolía has conseguido transformar tu pesar en belleza, y qué belleza.
Me gusta sobre todo por el final, le das un toque esperanzador que es a la vez una coartada para la subsistencia de esos días en distancia, saber que prontro volverás a ver a esa persona te levanta, te da alas, alas de papel con las que llegar y atajar de un leve vuelo la distancia, la maldita distancia.
Ánimo compañero, un abrazo para ti y para la afortunada destinataria de este magnífico poema.
Maravilloso Aitor. Te invito a que pases por mi blog y te suscribas si lo deseas.
ResponderEliminarUn abrazo
www.lamansiondelpoeta.blogspot.com
Grande maestro como siempre, me identifico mucho con estos versos.
ResponderEliminarPrecioso, ¡gran talento tienes!
ResponderEliminarSaludos desde Valencia
Me alegro haya sido de vuestro agrado este poema, besos y abrazos para todos y todas, y gracias Pármulo, pasaré por tu espacio.
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