Hacía falta opio y llegó el culebrón...
A falta de Olimpiadas o Mundial,
hacía falta opio y llegó el culebrón
toneladas de morbo p´al personal
con el juicio público a José Bretón.
No importa la magnitud de la tragedia,
el caso es entretener al populacho,
presentarlo como una tragicomedia
a pesar de la muerte de dos muchachos.
Montar circo a costa de lo que sea
la historia cuanto más turbia mejor,
así mientras su régimen se tambalea
mantienen distraído al espectador.
Sensacionalismo en todas las cadenas
día y noche metiéndonos noticias
adulteradas con vísceras y penas,
lo que más vende es la inmundicia.
Y nos la meten doblada otra vez
aprovechando una historia funesta
y a nuestros labios muertos de sed
les dan vinagre y nadie protesta.
Aitor Cuervo Taboada
Poema surgido sobre una acertada reflexión de Albert Ezkerra.
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