NOVIA BLANCA
Era de Mayo la noche,
cuando cantan las guitarras
y el aire huele a azahares 
en Cordobita la llana,
que me encontré con tus ojos 
y tu bronce de gitana
enredándome en tu pelo 
por las riberas del alba;
pelo negro, negros ojos,
boca de rojo y de nácar, 
entre callejas y flores 
y la luna sobre el agua,
vibro de amor por tus besos
como vibran las guitarras:
niña que te quiero novia,
niña que te quiero blanca.
Mayo del sesenta y ocho
banderas rojas se alzan:
¡Viva Vietnam! ¡Viva Mao!
París, en  las barricadas,
y nueva clase obrera 
sale a las calles de España.
Él, campesino y obrero,
es parte de esa avalancha
y en su sangre va la sed 
de justicia amordazada.
Ella, una mujer del pueblo
por la tradición marcada
para ser esposa y madre,
sueña con ser Novia Blanca…
Pero el amor siempre vence:
Novio Rojo, Novia Blanca,
del amor enamorados 
en Cordobita la llana.
Novia blanca,  pelo negro
nunca hubo novia más guapa…
en un ritual pagano,
cien compañeros de cesta 
y manos encallecidas
sellaron nuestra alianza
con vivas al Socialismo 
por las riveras del alba;
el barco sobre el mar 
y el caballo en la montaña,
y me dijiste “te quiero”
mientras sábanas de Holanda 
recogieron con ternura 
sangre de virgen gitana, 
novio que te quiero rojo, 
novia que te quiero blanca;
y el río Guadalquivir 
tiene granates las barbas…
Madrugó la primavera
con la semilla temprana
y nos dejó aquella flor
cantando sobre las ramas:
Linda, redonda y morena,
que vino a ponerle alas 
a una felicidad nueva 
jamás experimentada,
que da sentido a la vida,
al amor y a la esperanza
aumentando las razones
de luchar por una causa,
por una Sociedad Nueva,
donde esta flor no sea esclava 
donde la mujer y el hombre
caminen sin temer nada…
El barco sobre el mar
y el caballo en la montaña.
Madrugó la primavera, 
madrugó la madrugada 
y había que luchar por el pan 
con las sirenas del alba 
y el pan se paga con sangre 
del que madruga y trabaja;
para defender el pan 
con uno sólo no basta,
hay que juntar muchas manos,
hay que partirse la cara,
y aquel hombre que es un hombre
no rehúye la batalla;
amante y conspirador
por las riveras del alba,
puño a puño, verso a verso, 
levantando una muralla…
Las sombras, siguen sus pasos
al filo de la guadaña
la luna, canta la nana, 
nana de la madre y la abuela,
y el corro, canta que canta,
lo repite en la plazuela.
Es rubio como su padre,
según comentan las viejas,
vino en un caballo rojo 
sin bridas ni espuelas.
la luna, nana que nana,
el niño, sueña que sueña,
Caballo Rojo, su padre, 
a sus espaldas lo lleva:
Oro de mi niño rubio,
bronce de mi flor morena,
plata de mi Novia Blanca,
¡Nunca soñé más riqueza
en el agua de la fuente
dos sombras se balancean…
El río Guadalquivir 
tiene granates las barbas
de sangre por sus riveras 
al filo de la guadaña…
Cuatro sombras de la noche 
lo sacaron de la cama:
“Es un cerdo comunista
que quiere matar a España”
y en el fondo de la cárcel
está llorando de rabia.
Ella vela a sus cachorros
cual leona acorralada…
¡Ay amor, has recibido
la primera puñalada!
Compadre, que no le falte
vuestra mano solidaria,
que no se quedan mis niños
sin el calor de su manta…
Como mar embravecido
el Pueblo se levanta
después de cuarenta años 
al filo de la guadaña…
Novia blanca, pelo negro, 
presientes como amenazan 
tus sueños de esposa y madre 
cada puño que se alza.
Él, ya es parte del Partido
que levanta en la vanguardia
amorosamente firme
la bandera de los parias
porque el hombre que es un hombre 
no rehúye la batalla.
Novia Roja, Novia Blanca, 
dos caras de un mismo amor
que en la lucha se agiganta:
Novia Roja de alegría,
pena por mi novia Blanca,
diez años vela que vela
como esta noche tan larga
que no parece llegar 
a las riveras del alba…
No le temo a las cadenas, 
ni dudo sobre mi causa, 
lloro por esta condena
que echaron sobre mi espalda
quienes, sangre de mi sangre, 
no quieren verme a la cara
ni cuando tuve a la muerte 
sentada sobre mi cama…
Yo, que para amar nací,
que por amor estoy preso,
para que el amor gobierne
los caminos de mi pueblo,
perdí a mi primer amor,
Novia blanca, pelo negro, 
perdí a mi flor más querida, 
mi pequeña flor de almendro;
perdí 
aquel niño tan rubio
del que velaba su sueño
y no fui Caballo Rojo 
de mi jinete moreno…
Y condenado a su ausencia
voy como un alma sin cuerpo…
Por eso velo que velo 
por las riberas del alba
y alimento sus recuerdos 
recitando mi plegaria:
“Era de mayo la noche 
cuando cantan las guitarras
y el aire huele a azahares
en Cordobita la llana…”,
Y aunque pasaron mil años,
no pierdo la esperanza,
porque un hombre no es un hombre
si le faltan las entrañas 
y vosotros, sois las mías, 
que me fueron arrancadas
por los sangrientos chacales 
en medio de la batalla…
Habrá que exigir justicia,
habrá que pedir venganza:
por cuanto habéis padecido,
por tanta ilusión truncada,
porque no pude ser padre
ni esposo de Novia Blanca 
Pero en cuanto a ser un hombre,
no me arrepiento de nada,
porque un hombre, no  es un hombre
 si rehúye la batalla:
para defender el pan, 
con uno sólo no basta,
y hay que tener dos cojones
para para partirse la cara,
y hacer un muro de manos
alto como una montaña,
para que el amor florezca
cuando cantan las guitarras 
sin morir asesinado 
al filo de la guadaña.
José Balmón Castel, ex  preso políticodel PCE (r),aislado en la prisión
de Puerto de Santa María cuando escribió estos versos.
Con todo mi cariño, para 
la Novia Blanca que no pudo ser.
Y que siempre va conmigo;
para mis tres hijos,
por los que lucho y velo hasta el alba.
 









 
Bellísimo. Gracias Aitor por compartirlo con todos. Un abrazo desde Chile.
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