Nos lo quitaron todo pero nos queda
un sueño rojo, morado y amarillo,
una utopía para la paz, Marinaleda,
y al timón Juan Manuel Sánchez Gordillo.
Que se acaben infantas, señoritos y duques,
que los trabajadores tengamos un digno salario,
que todos los chavales se eduquen
en solidaridad, espíritu crítico y revolucionario.
Tuve un sueño y soñé que soñaba
con la libertad y oí tambores de guerra
y vi al pueblo que se levantaba
para la conquista del pan y de la tierra.
No quiero casarme en Las Vegas,
si lo hago será en ese pueblecito
donde la esperanza y la dignidad juegan
en calles con nombres de libertadores escrito.
Hace falta más LUCHA y menos batukadas
menos conformistas y más GUERRILLEROS,
por el triunfo: A LAS BARRICADAS
que el futuro es nuestro y VENCEREMOS.
Reconforta saber que hay un lugar
donde la bandera republicana ondea
y el socialismo de verdad puede ayudar
a que se lleve a la práctica tan justa idea.
¡A la batalla! La emancipación espera,
alumbrados por un rojo amanecer
lucharemos hasta que la clase obrera
como en Marinaleda conquiste el poder.
Que el martillo del arte moldee la sociedad,
que veamos el fin de la dictadura del dinero,
la batalla que queda tu ejemplo llevará
que sea como Marinaleda el mundo entero.
Pablo Hasél & Aitor Cuervo
Poema escrito a cuatro manos en el autobús de Granada a Córdoba, que entregamos en mano a Gordillo en la reunión que con él mantuvimos, y poema, que también recitamos en la Televisión de Marinaleda.
En cuando podamos subiremos a PDF el poemario “Veinte poemas de amor y dos corazones descuartizados” que firmamos a medias Pablo Hasél y yo.
Salud y Rebeldía.
El poema (como siempre) es de todos /as así que a vuestro antojo usarlo, pasarlo, publicarlo…
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