La niña de tus ojos librera
Y encontré el polvo de Quevedo
en la niña de tus ojos librera,
el día que perdimos miedo al miedo
murió el otoño de primavera.
Y los días pasaron como hojas
de los libros que pasan por tus manos,
bésame, y si se te antoja
te llevo al país de los Enanos .
A tu verita sueño despierto
con islas de piratas tropicales,
con los bandoleros del desierto
y con locos forajidos medievales.
En tu ausencia, miro al espejo
y tras él, la sombra de un cobarde
que frunce con sarna el entrecejo
que siempre llega mal y tarde .
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